dijous, 14 de febrer del 2013

Camioneros / Terry Pratchett


Aquest cop a “Tastets”, hem escollit un tros d'un llibre de Terry Pratchett, “Camioneros”. Camioneros és la primera part de la trilogia “El Éxodo de los Gnomos”, publicada per Timun Mas.



La història comença en un ambient rural, on un grup reduït de 10 gnoms, amb només dos joves entre ells, sobreviu com pot a tots els perills del camp obert. Cansats d'aquesta vida i alarmats perquè cada cop la població disminueix més, el grup decideix fugir, i prova sort pujant a un camió.

Aquest camió es dirigeix a unes grans superfícies, espai desconegut per aquests gnoms. Allà, per sort, es trobaran amb una comunitat més gran, formada per milers de gnoms, que viuen dins del centre comercial Arnold Bros (literalment a dins, entre els sostres i les parets del mateix, sortint només a les plantes de l'edifici per robar menjar als “gegants humans”). Els gnoms de la tenda no coneixen el món exterior, i per tant l'ignoren i creuen que el món més enllà de la tenda no existeix. Aquest fet dóna peu a situacions surrealistes entre els gnoms “exteriors”, i els “interiors”.

Per mi el millor del llibre és anar descobrint com viuen els gnoms dins la tenda, com han format la seva societat a l'interior, creant diferents creences per explicar la seva existència (els gnoms en realitat són una espècie vinguda de l'espai exterior, però fa tant temps, que han oblidat els seus orígens). Així per exemple, les seves estacions de l'any són diferents etapes a la tenda (“Rebaixes de nadal”, “La tornada al Cole”). A més, cada part de la tenda representa una classe social o una ètnia, emmarcats en una societat amb clares pinzellades medievals (una de les classes socials és “Artículos de Escritorio” que representa el clergat, i són els únics que saben llegir).
Tot amb les cullerades d'humor de Terry Pratchett, amb situacions hilarants a cada pàgina, com per exemple la que adjuntem, que es troba al primer terç del llibre, quan l'Abad mor (fent un símil amb la societat actual, l'Abad seria el Papa). Preocupats per la mort de l'Abad, i pel rumor apocalíptic sobre la demolició de la Tenda i de la fi del món, els gnoms decideixen pujar al “cel”, l'última planta de la tenda, on han de trobar-hi l'Arnold Bros, el fundador de la Tenda i per tant el suposat creador dels gnoms. Per ascendir a la última planta, han d'enfrontar-se a unes escales màgiques, “las escaleras que se mueven”:


Gurder lo condujo a través de una estrecha grieta de los viejos tablones del suelo hasta el brillante vacío de un pasadizo. Y allí estaba.
La escalera que se movía.
Masklin la contempló como hipnotizado. Los peldaños surgían del suelo, emitiendo un chirrido espeluznante al hacerlo, y ascendían con una vibración hasta las remotas alturas.

-¡Vaya!-exclamó. No era gran cosa, pero no se le ocurrió nada más.

-La gente de Moda Infantil no se acerca nunca por aquí -explicó Gurder-. Creen que la escalera está hechizada por espíritus.
-No los culpo por ello -dijo Grimma con un escalofrío.
-¡Bah!, no es mas que una superstición -replicó Gurder, muy pálido y con un acusado temblor en la voz-. No hay anda de qué asustarse- añadió con un gemido.
Masklin se volvió hacia él y preguntó:
-¿Has estado aquí alguna vez?
-¡Oh sí! Millones de... Unas cuantas veces -respondió Gurder, cogiendo un pliegue de la túnica y retorciéndolo entre los dedos.
-Entonces ¿Qué hacemos ahora?

Gurder trató de hablar de un modo pausado, pero su voz empezó a acelerarse inconteniblemente.

-Veréis: los de Moda Infantil dicen que Arnold Bros (fund. En 1905) espera en lo alto de la escalera y que, cuando un gnomo muere...

Grimma contempló la escalera mecánica con expresión meditabunda y, tras un nuevo escalofrío, echó a correr hacia adelante.

-¿Qué haces?- exclamó Masklin.

-¡Comprobar si tiene razón! -contestó ella-. ¡De lo contrario, nos pasaremos aquí todo el día!

Masklin corrió tras ella. Gurder tragó saliva, miró a su espalda y corrió también detrás de sus compañeros de aventura.
Masklin vio que Grimma se acercaba al muro infranqueable que formaba el primer peldaño. Entonces, el suelo bajo sus `pies empezó a elevarse y, de pronto, Grimma se encontró transportada hacia lo alto, tambaleándose sobre la rejilla mecánica y luchando por conservar el equilibrio. También el suelo sobre el que se hallaba Masklin empezó a moverse y lo llevó hacia arriba, un peldaño por debajo de donde se encontraba Grimma.
-¡Salta!-gritó a ésta-. ¡No se puede confiar en un suelo que se mueve solo!

Gruimma asomó la cabeza, muy pálida, sobre el borde del escalón

-¿De qué serviría?-la oyó exclamar.
-¡Deberíamos discutir la situación, antes de decidir qué hacemos!
-Ya no hay de qué discutir. ¿Has mirado a tu espalda?

Masklin se volvió.
Ya se encontraba a varios peldaños de altura. La lejana figura de Gurder, con una intensa palidez de rostro, encontró el valor suficiente y saltó a otro de los peldaños...

[Després de pujar l'escala mecánica els gnoms es troben al passadís que els ha de portar al despatx del creador, Arnold Bros)]


Los tres gnomos avanzaron por el corredor, dejando atrás algunas de las puertas.
-¿Alguna de ellas pertenecen a Recorte de Precios? -preguntó Grimma. Por alguna razón, el nombre sonaba mucho peor allá arriba.

-Hum, no, respondió Gurder-. Recorte de Precios vive entre los hornos del sótano.- Estudió el letrero de la puerta más próxima y les informó-: Ahí dice <<Sueldos>>.
-¿Y eso es bueno o malo? -preguntó Grimma, mirando fijamente la palabra pintada sobre la madera barnizada.
-No lo sé.

Masklin cubría la retaguardia, volviendo la cabeza de vez en cuando para tener vista de todo el pasillo. Era un lugar demasiado abierto, sin posibles escondites, sin nada tras lo que ocultarse.
Indicó una hilera de grandes cosas rojas que colgaban a media altura en la pared de enfrente. Gurder le susurró que eran cubos.

-Los he visto en dibujos en “Pedro y Susana van a la playa”-agregó.
-Hay algo escrito en ellos. ¿Puedes leerlo?
-<<Fuego>> -leyó Gurder-. Oh, vaya, el Abad tenía razón! ¡Cubos de fuego!
-¡Cubos con fuego? ¿Cubas de fuego? ¡No lo entiendo! -comentó Masklin-. No veo llamas por ninguna parte.
-Deben de estar dentro. Quizá tienen una tapa. Las latas de guisantes contienen guisantes y los tarros de mermelada contienen mermelada. Un cubo donde dice <<fuego>>, seguramente contendrá fuego -murmuró Gurder vagamente-. Sigamos adelante.
Grimma también contempló la palabra escrita en el cubo y movió los labios en silencio, repitiendo la palabra para sí. Después, corrió a unirse a sus dos compañeros.
Por último, llegaron al fondo del pasillo. Allí había otra puerta con la mitad superior de cristal. Gurder la observó con atención.

-Veo que ahí también hay palabras -dijo Grima-. Léelas en voz alta. Será mejor que yo no las mire – añadió con suavidad-, no sea que me estallé la cabeza.

Gurder tragó saliva.

-El letrero dice: <<Arnold Bros (fund. En 1905). D.H.K. Butterthwitte, Director General>>. Hum..


2 comentaris :

Encarna ha dit...

Gràcies a la teva recomanació, m'estic acabant la 3a part de la trilogia de El éxodo de los gnomes, m'he enganxat del tot i estic gaudint. És un d'aquells llibres que malgrat té moltes pàgines sabrà greu quan no en tingui més. Espero més recomanacions teves de narrativa juvenil.

bibliotecacostaillobera ha dit...

Celebro que t'agradés!

En té un altre aquest autor de literatura juvenil que m'encanta. És “Los pequeños hombres libres”, molt recomanable també.