Aquest
cop a “Tastets”, hem escollit un tros d'un llibre de Terry
Pratchett, “Camioneros”. Camioneros és la primera part de la
trilogia “El Éxodo
de los Gnomos”, publicada per Timun Mas.
La
història
comença en un ambient rural, on un grup reduït de 10 gnoms, amb
només dos joves entre ells, sobreviu com pot a tots els perills del
camp obert. Cansats d'aquesta vida i alarmats perquè cada cop la
població disminueix més, el grup decideix fugir, i prova sort
pujant a un camió.
Aquest
camió es dirigeix a unes grans superfícies, espai desconegut per
aquests
gnoms. Allà, per
sort, es
trobaran amb una comunitat més gran, formada
per milers
de gnoms, que viuen dins del centre comercial Arnold
Bros (literalment
a dins, entre els sostres i les parets del mateix, sortint només a
les plantes de l'edifici per robar menjar als “gegants humans”).
Els
gnoms de la tenda
no coneixen el món exterior, i
per tant l'ignoren
i creuen
que el món més enllà de la tenda no existeix.
Aquest
fet dóna peu a situacions surrealistes entre els gnoms “exteriors”,
i els “interiors”.
Per
mi el millor del
llibre
és anar descobrint com viuen els gnoms dins la tenda, com han format
la seva societat a
l'interior, creant diferents creences per explicar la seva existència
(els gnoms en realitat són una espècie vinguda de l'espai exterior,
però fa tant temps, que han oblidat els seus orígens). Així
per exemple, les seves estacions de l'any són diferents etapes a la
tenda (“Rebaixes de nadal”, “La tornada al Cole”). A més,
cada part de la tenda representa una classe social o una ètnia,
emmarcats en una societat amb clares pinzellades medievals (una
de les classes socials és “Artículos
de Escritorio” que
representa
el clergat, i són els únics que saben llegir).
Tot
amb les cullerades d'humor de Terry Pratchett, amb situacions
hilarants a cada pàgina, com
per exemple la que adjuntem,
que
es
troba al primer terç del llibre, quan l'Abad mor (fent un símil amb
la societat actual, l'Abad seria el Papa). Preocupats per la mort de
l'Abad, i
pel rumor apocalíptic sobre la demolició de la Tenda i de la fi del
món, els
gnoms decideixen pujar al “cel”, l'última planta de la tenda, on
han de trobar-hi l'Arnold Bros, el fundador de la Tenda i per tant el
suposat creador dels gnoms. Per
ascendir a la última planta, han d'enfrontar-se a unes escales
màgiques, “las escaleras que se mueven”:
Gurder
lo condujo a través de una estrecha grieta de los viejos tablones
del suelo hasta el brillante vacío de un pasadizo. Y allí estaba.
La
escalera que se movía.
Masklin
la contempló como hipnotizado. Los peldaños surgían del suelo,
emitiendo un chirrido espeluznante al hacerlo, y ascendían con una
vibración hasta las remotas alturas.
-¡Vaya!-exclamó.
No era gran cosa, pero no se le ocurrió nada más.
-La
gente de Moda Infantil no se acerca nunca por aquí -explicó
Gurder-. Creen que la escalera está hechizada por espíritus.
-No
los culpo por ello -dijo Grimma con un escalofrío.
-¡Bah!,
no es mas que una superstición -replicó Gurder, muy pálido y con
un acusado temblor en la voz-. No hay anda de qué asustarse- añadió
con un gemido.
Masklin
se volvió hacia él y preguntó:
-¿Has
estado aquí alguna vez?
-¡Oh
sí! Millones de... Unas cuantas veces -respondió Gurder, cogiendo
un pliegue de la túnica y retorciéndolo entre los dedos.
-Entonces
¿Qué hacemos ahora?
Gurder
trató de hablar de un modo pausado, pero su voz empezó a acelerarse
inconteniblemente.
-Veréis:
los de Moda Infantil dicen que Arnold Bros (fund. En 1905) espera en
lo alto de la escalera y que, cuando un gnomo muere...
Grimma
contempló la escalera mecánica con expresión meditabunda y, tras
un nuevo escalofrío, echó a correr hacia adelante.
-¿Qué
haces?- exclamó Masklin.
-¡Comprobar
si tiene razón! -contestó ella-. ¡De lo contrario, nos pasaremos
aquí todo el día!
Masklin
corrió tras ella. Gurder tragó saliva, miró a su espalda y corrió
también detrás de sus compañeros de aventura.
Masklin
vio que Grimma se acercaba al muro infranqueable que formaba el
primer peldaño. Entonces, el suelo bajo sus `pies empezó a elevarse
y, de pronto, Grimma se encontró transportada hacia lo alto,
tambaleándose sobre la rejilla mecánica y luchando por conservar el
equilibrio. También el suelo sobre el que se hallaba Masklin empezó
a moverse y lo llevó hacia arriba, un peldaño por debajo de donde
se encontraba Grimma.
-¡Salta!-gritó
a ésta-. ¡No se puede confiar en un suelo que se mueve solo!
Gruimma
asomó la cabeza, muy pálida, sobre el borde del escalón
-¿De
qué serviría?-la oyó exclamar.
-¡Deberíamos
discutir la situación, antes de decidir qué hacemos!
-Ya
no hay de qué discutir. ¿Has mirado a tu espalda?
Masklin
se volvió.
Ya
se encontraba a varios peldaños de altura. La lejana figura de
Gurder, con una intensa palidez de rostro, encontró el valor
suficiente y saltó a otro de los peldaños...
[Després
de pujar l'escala mecánica els gnoms es troben al passadís que els
ha de portar al despatx del creador, Arnold Bros)]
Los
tres gnomos avanzaron por el corredor, dejando atrás algunas de las
puertas.
-¿Alguna
de ellas pertenecen a Recorte de Precios? -preguntó Grimma. Por
alguna razón, el nombre sonaba mucho peor allá arriba.
-Hum,
no, respondió Gurder-. Recorte de Precios vive entre los hornos del
sótano.- Estudió el letrero de la puerta más próxima y les
informó-: Ahí dice <<Sueldos>>.
-¿Y
eso es bueno o malo? -preguntó Grimma, mirando fijamente la palabra
pintada sobre la madera barnizada.
-No
lo sé.
Masklin
cubría la retaguardia, volviendo la cabeza de vez en cuando para
tener vista de todo el pasillo. Era un lugar demasiado abierto, sin
posibles escondites, sin nada tras lo que ocultarse.
Indicó
una hilera de grandes cosas rojas que colgaban a media altura en la
pared de enfrente. Gurder le susurró que eran cubos.
-Los
he visto en dibujos en “Pedro y Susana van a la playa”-agregó.
-Hay
algo escrito en ellos. ¿Puedes leerlo?
-<<Fuego>>
-leyó Gurder-. Oh, vaya, el Abad tenía razón! ¡Cubos de fuego!
-¡Cubos
con fuego? ¿Cubas de fuego? ¡No lo entiendo! -comentó Masklin-. No
veo llamas por ninguna parte.
-Deben
de estar dentro. Quizá tienen una tapa. Las latas de guisantes
contienen guisantes y los tarros de mermelada contienen mermelada. Un
cubo donde dice <<fuego>>, seguramente contendrá fuego
-murmuró Gurder vagamente-. Sigamos adelante.
Grimma
también contempló la palabra escrita en el cubo y movió los labios
en silencio, repitiendo la palabra para sí. Después, corrió a
unirse a sus dos compañeros.
Por
último, llegaron al fondo del pasillo. Allí había otra puerta con
la mitad superior de cristal. Gurder la observó con atención.
-Veo
que ahí también hay palabras -dijo Grima-. Léelas en voz alta.
Será mejor que yo no las mire – añadió con suavidad-, no sea que
me estallé la cabeza.
Gurder
tragó saliva.
-El
letrero dice: <<Arnold Bros (fund. En 1905). D.H.K.
Butterthwitte, Director General>>. Hum..
2 comentaris :
Gràcies a la teva recomanació, m'estic acabant la 3a part de la trilogia de El éxodo de los gnomes, m'he enganxat del tot i estic gaudint. És un d'aquells llibres que malgrat té moltes pàgines sabrà greu quan no en tingui més. Espero més recomanacions teves de narrativa juvenil.
Celebro que t'agradés!
En té un altre aquest autor de literatura juvenil que m'encanta. És “Los pequeños hombres libres”, molt recomanable també.
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